lunes, 17 de mayo de 2010

Regeneración urbana, la Educación y la seguridad en Guayaquil



Juan Ruales (jefe policía guayas) en una reunión que tuvo con los dirigente barriales de la ciudad de Guayaquil expresó su deseo de que no se venda alcohol los domingos y dice que ese es el detonador de la violencia. Respeto la preocupación del jefe policial pero el problema con la delincuencia va mucho más allá. Como si en el alcohol va a estar la culpa, como si el alcohol te haga robar. Es cierto que el alcohol puede sacar lo peor del ser humano pero eso depende de cada persona y de la educación que haya tenido. Esta claro que el problema con la delincuencia es la educación.

No quiero irme en contra de una persona, en este caso Ruales, porque es humano y sus intenciones pueden ser muy buenas. Pero el problema con la delincuencia es magno y no se va a solucionar con que prohíban el alcohol los domingos.

En este país de mierda las escuelas se siguen cayendo a pedazos mientras todos están cegados con la máscara de la regeneración urbana: una fachada que pinta de bonito algo que no lo es.

¿Por qué las autoridades no invierten en educación de calidad? Porque saben que un pueblo inculto es controlable. A los que están más arriba les conviene que la gente sea analfabeta porque si los educan, los ilustran, se podrían revelar en contra de ellos y si eso pasa se les acaba su mamadera.



¿Por qué no destinan dinero en mejorar las infraestructuras de las escuelas y colegios, en mejorar la educación en sí? Quisiera saber quién esta haciendo mal su trabajo. Cuál es la razón o la excusa que tienen los encargados del tema. ¿Por qué no inician una política de educación? En realidad quisiera saber la razón especifica que dan.

Porque se siguen construyendo adornos urbanos en vez reconstruir escuelas o capacitar a profesores, etc. La educación en nuestro país es una utopía. Tal vez hayan excepciones de escuelas y colegios fiscales en los que se ve el buen ejemplo. Pero en la mayoría la educación es de pésima calidad. Las instalaciones inadecuadas. Existe un gran indice de jóvenes que dejan el colegio por diferentes motivos. Ahí es cuando los políticos deben entrar en acción. Las autoridades competentes chequear que no hayan niños y jóvenes en las calles en horas de colegio. Asegurarse que vayan a clases, incentivarlos a ser una persona de bien por medio de políticas o acciones que ellos deberían inculcar.

Pero no. Siguen invirtiendo en cosas que tal vez no sean tan necesarias. Siguen complaciendo y embobando a la ciudadanía con la mal llamada regeneración urbana. Que regenera lo físico más no lo humano. Que regenera los visible más no lo esencial.

Y todos los años es lo mismo al inicio de clases los noticieros repletos de notas acerca de los malos estados de las escuelas.

Al coronel Ruales se le agradece por las buenas intenciones que tiene. Pero el problema de la delincuencia va mucho más allá de si se bebe alcohol o no. El problema es de incumbencia política y de que, ha quienes les compete, hagan algo para mejorar la educación en el país. Más no adornar con pompones y papeles de regalo algo que por dentro aún tiene muchas falencias. “Lo esencial es invisible para los ojos”.

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